Constantinopla es una de las ciudades con la historia más longeva y viva de todas cuantas han existido. Desde su fundación por el legendario líder Bizante en el año 667 a.C. hasta el final de la Antigüedad a la muerte del emperador Justiniano I, la pequeña polis situada a las puertas del Mar Negro tendrá una evolución histórica singular que la llevará a convertirse, con Constantino I, en la capital del Imperio Romano, la Segunda Roma.