Estableceremos una relación entre la salud mental y la pintura, dos temas que, en un primer momento, pueden parecer no tener conexión. Sin embargo, como veremos, están intrínsecamente relacionados. Comenzaremos con una contextualización breve del panorama de la salud mental en el pasado y en la actualidad. El objetivo es mostrar que los mismos problemas mentales han estado siempre presentes, a pesar de la sensación de haber descubierto un mundo nuevo en tiempos recientes, sobre todo después de la pandemia. En realidad, hemos dirigido la mirada hacia un mundo que estaba atrapado y oculto por las esferas de la vida y la sociedad.
Para ello, rastrearemos el mundo metal, sus emociones y sus sentimientos a través de las obras de tres artistas ampliamente reconocidos de diferentes periodos históricos: Francisco de Goya y Lucientes, Vincent Van Gogh y Yayoi Kusama. Y, para finalizar, nos enfocaremos en la reflexión hacia nosotros mismos, para ayudarnos a entendernos y saber cómo afrontar las situaciones.
Más de la mitad de las personas con patologías mentales que necesitan atención no la reciben y, de las que están en tratamiento, un porcentaje significativo no recibe una atención adecuada y de calidad. En España no existe un único modelo de prestación de servicios, pero todos se caracterizan por la escasez e insuficiencia de sus recursos y por la fragmentación y descoordinación de las redes intervinientes.