Para poder asistir con un perro al seminario en los días estipulados para ello se deberá pasar un cuestionario facilitado el primer día del curso y valorarlo según el carácter del animal.
"En mis años de experiencia tratando con animales no humanos, tanto porque necesiten apoyo terapéutico o no, siempre he visto patrones comunes en las personas que convivían con ellos. Con ellos somos nosotros mismos porque ellos no nos juzgan, y sentimos que no necesitamos nuestras máscaras de protección. Nuestro ego se afloja y, empezamos a relacionarnos y dar respuestas desde nuestras heridas o nuestras maestrías, de ahí que el contacto con otras especies sea un camino de autoconocimiento y los convierta a ellos en nuestros maestros. Así que empecé a mirarme a mí misma, que era el ser más cercano que tenía a disposición 24 horas y, que además convivía con grandes maestros no humanos, mamíferos y ovíparos, herbívoros, carnívoros y omnívoros. Todos ellos conviviendo en el mismo espacio y bajo las mismas influencias ambientales, lo que resultaba de lo más enriquecedor poder percibir la vida desde tantos puntos de vista y, completaba el cuadro el hecho de poder, además, observar vidas en estado que llamamos salvaje, pues tengo la suerte de vivir en el rural gallego y aún quedan reductos naturales, que, aunque invadidos por el hombre, permiten que los bosques autóctonos permanezcan y, por tanto, sentir el ecosistema natural vivo. Con todo ello, me di cuenta de que proyectaba mis miedos en algunos, mis creencias sobre cómo debían comportarse unos y otros y me daba cuenta de que se podían despertar mis heridas ancestrales según los comportamientos que me dieran y la situación en la que se dieran. Ello conducía a respuestas en unos y otros que amplificaban o bloqueaban determinadas situaciones. Por ejemplo, si me ofendía una respuesta de enfado por parte de alguno de mis perros y yo respondía desde ese punto con ira me daba cuenta de que en ocasiones mi ira amplificaba la reacción de ira enfrente. Otras veces veía que amplificaba la respuesta de miedo y todo ello también estaba aderezado, por supuesto, con las experiencias anteriores de los animales con los que me relacionaba y las mías. Así que todos estábamos reaccionando desde las memorias, pero no desde ese instante que era nuevo y que no había sido vivenciado con anterioridad. Me diréis que si ya convives con alguien ya sabes qué situaciones nos van a llevar a otras que nos puedan hacer sentir cómodos o incómodos. Así que la pregunta es ¿cómo modelamos y moldeamos, ¿cómo nos moldean y modelan, como generamos relaciones con patrones constantes y, sobre todo, para qué? ¿Por qué y para qué llegan a nuestra vida individuos con determinadas cargas experienciales o determinadas tendencias? ¿Soy yo parte de eso también? Y la respuesta, para mí es ¡sí!, claro que somos parte activa de lo que sucede, en conjunto con lo que ya está, así que, nuestro trabajo es darnos cuenta de que sumamos y restamos, que se activa en nosotros para entender que se activa enfrente y poder apoyar con herramientas de sanación que integren las partes viéndolo como un todo. Ese es el reto tanto si somos parte de una familia multiespecie como si somos educadores y terapeutas que acompañamos en estos procesos" .
La convivencia entre humanos y animales de compañía requiere contar con unos conocimientos mínimos por parte de la población. Saber cuáles son las necesidades básicas de un animal en familia, los cuidados fundamentales de su salud, de su higiene, de su entorno y unos conocimientos mínimos sobre su comportamiento, es primordial para el bienestar no solo de nuestros animales, sino de la sociedad en general.
Tener mascotas y ser responsables es algo que debe ir unido; ya que para tener mascotas hay que organizarse para poder cuidarlas perfectamente, cubriendo sus necesidades.
Por compras impulsivas poco reflexionadas, aumenta el abandono animal.
Tener mascotas y ser responsables es algo que debe ir unido, ya que para tener mascotas en casa hay que organizarse para poder cuidarlas perfectamente.
Un animal de compañía es aquel animal doméstico o domesticado que vive en un hogar humano con la finalidad de establecer una relación personal y aportar compañía. En España, aproximadamente, en uno de cada tres hogares se convive con al menos un animal de compañía. En la actualidad hay, como mínimo, alrededor de trece millones de animales de compañía registrados e identificados. Otras fuentes, hablan que su número real puede llegar a veintinueve millones. Son, principalmente, perros, gatos, peces y pájaros. Como problema grave, no se puede olvidar la cuestión de su abandono.
Afortunadamente, no se les considera como unos simples objetos materiales e impersonales. Se admite legalmente que los animales de compañía son seres vivos dotados de sensibilidad. Por tanto, de inteligencia, sentimientos, esperanzas y desilusiones. Los propietarios deben considerar que se trata de un ser sintiente, cuyo bienestar se debe asegurar conforme a las características de cada especie.
Existen motivos psicológicos, antropológicos, sociológicos y sanitarios para la tenencia de tal cantidad de animales de compañía. Pueden tener una gran utilidad psicológica para los seres humanos. Por tanto, existe evidencia empírica de que efectúan grandes aportaciones a la calidad de vida y salud de sus dueños.