Este curso pretende ofrecer recursos y herramientas conceptuales para la interpretación del arte religioso hispánico realizado desde la época medieval. La Península Ibérica cuenta con un rico patrimonio de imágenes y espacios de culto de distinto signo religioso.
Desde sus orígenes, la comunidad cristiana estableció lugares para la reunión de sus fieles, que fueron pronto decorados con imágenes destinadas a enseñar la Biblia a los iletrados. La estructura de la iglesia se fue haciendo cada vez más compleja para celebrar la liturgia y evocar la Jerusalén Celeste. Ésta conoció un desarrollo particular en la segunda mitad de la Edad Media, cuando asistimos al auge constructivo del románico y, después, del gótico. Las representaciones sacras fueron consolidándose en el cristianismo oriental y occidental como un medio de llegar a Dios, aunque sujetas siempre a una codificación y a ciertas controversias.
Abordaremos el arte sacro cristiano desde su nacimiento hasta los inicios de la Edad Moderna, incluyendo aspectos como la evolución de la imagen monumental, la configuración y el simbolismo espacial de los templos, así como la historia de la Iglesia, con especial atención al mundo hispánico. También será tratado el rico legado artístico andalusí, analizando la práctica religiosa en al-Andalus y las distintas mezquitas conservadas en nuestro país, así como las sinagogas toledanas, que constituyen un Patrimonio histórico único. La ausencia de imágenes sacras en estos edificios no impidió que estuvieran profusamente decorados y que se realizaran piezas suntuarias islámicas ricas en imágenes, cuyas representaciones también serán estudiadas, pues estos objetos fueron frecuentemente reutilizados como relicarios cristianos.
En el universo cristiano, cinco poblaciones tienen el privilegio de celebrar un año jubilar con periodicidad establecida: Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana y Caravaca de la Cruz. En este 2024 se celebra año jubilar en Caravaca, y con tal motivo se vienen desarrollando diferentes iniciativas para dar a conocer los distintos caminos de peregrinación que convergen en la Basílica de la Vera Cruz. En este contexto se enmarca la erección en el puerto de Cartagena, en la dársena de Santa Lucía - donde, según la tradición, desembarcó Santiago Apóstol para comenzar su evangelización de la antigua Hispania-, de una gran cruz de Caravaca, significando el punto de arranque del camino del Mediterráneo, en el mismo lugar desde el que tiene su inicio el denominado Camino del Apóstol que, desde Cartagena, conduce a Compostela. Aprovechando esta circunstancia, se ha programado el presente curso de extensión universitaria en UNED Cartagena, con el objetivo de dar a conocer tanto el camino en sí como las implicaciones históricas, artísticas y culturales en general surgidas y desarrolladas en torno a la tradición secular de la Vera Cruz de Caravaca