El curso propone una reflexión sobre las múltiples formas en que se han representado y materializado las memorias silenciadas del franquismo, pero también las fomentadas por el propio régimen. A través de un enfoque interdisciplinar, se explorará cómo la memoria se manifiesta, se transmite y representa en un viaje a partir de las cosas que aparecen en las fosas, en las casas, en los archivos, en un museo o en un carrete de fotos sin revelar. El curso contará con especialistas en arqueología, historia, antropología social, ilustración así como con familiares de víctimas.
La nómina de mujeres canonizadas en los siglos de la Edad Moderna (XV al XVII) es minúscula. En esos tres siglos unos ochenta hombres fueron elevados a los altares frente a las cinco mujeres que lo consiguieron: Santa Catalina de Siena (1461), Santa Teresa de Jesús (1622), Santa Isabel de Portugal (1625), Santa María Magdalena de Pazzi (1669) y Santa Rosa de Lima (1671).
No obstante, la santidad femenina es una cuestión constante en los estudios sobre espiritualidad y sobre las órdenes religiosas en la Edad Moderna, confirmando la relevancia que tuvieron estas figuras, en todas sus dimensiones, para la sociedad de la época.
Este curso tiene como objetivo analizar la santidad femenina como una práctica social regulada, pero también como un espacio hacia la heterodoxia. Nos preguntaremos sobre el proceso que lleva a la canonización de una mujer, a su consideración de Santa, a la formalización de las ‘Causas’ de santidad tras el concilio de Trento e igualmente nos preguntaremos por las razones por las que muchas mujeres solo llegaron a la etapa de beatificación.
Y en ellas atenderemos a su dimensión espiritual y social, a la construcción de su relato hagiográfico y a la construcción de su imagen ‘de altar’, pero también a la trayectoria vital y propiamente histórica de la canonizada.
Y de igual manera analizaremos los cambiantes modelos de santidad femenina a lo largo del tiempo: la santidad visionaria, el misticismo, la expresión de una identidad individual. Y más aún, las mujeres con ‘fama de santidad’, que se mantuvieron al margen de las autoridades eclesiásticas y fueron objeto de cultos locales y de reputación y autoridad en sus comunidades.
El concepto, percepción y materialización del lujo es uno de los elementos más significativos para la comprensión de una sociedad, sea esta antigua o moderna, constituyendo el reflejo de factores que caracterizan su economía, cultura e idiosincrasia. El acceso restringido a objetos y productos exclusivos elaborados con materiales únicos y de alta calidad por artesanos especializados, ha caracterizado, desde la Antigüedad, a las elites que se han servido del lujo, la magnificencia y la pompa como canal de transmisión de su privilegiada posición social, económica y cultural. La cultura romana no fue ajena a este fenómeno que hunde sus raíces en la Prehistoria. Desde época tardorrepublicana, tras la conquista de los reinos helenísticos, buena parte de la nobleza romana mostró fascinación por el lujo convertido en ocasiones en exceso, extravagancia y ostentación. El curso trata temas relacionados con la materialidad del lujo en época romana a través del análisis, entre otros, de la arquitectura, el mobiliario, los alimentos o los tejidos, explorando también dimensiones menos visibles, como la potencia simbólica, la imitación o el papel de la percepción y los sentidos en esta consideración del lujo como fenómeno.
Con motivo de la celebración del VI centenario del nacimiento del rey Enrique IV de Castilla, el centro de la UNED de Plasencia conmemorará este acontecimiento profundizando en su relación con el monasterio de Guadalupe, uno de los lugares más emblemáticos de la provincia cacereña. Aquí está enterrado el monarca y su madre, la reina María de Aragón, pilares de la configuración de un universo artístico e histórico singular con un elaborado programa iconográfico y simbólico al servicio de la memoria.