Este curso puede concitar el interés de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local, Policías autonómicas, etc.) por analizarse en él la especializada justicia de menores tanto en lo relativo a sus aspectos procesales como sustantivos. Asimismo, resulta de utilidad para cualquier profesional del Derecho que intervenga en el proceso penal de menores (abogados, jueces, fiscales, letrados de la administración de justicia, etc.), así como para el alumnado del grado o máster en Derecho o en Criminología. Igualmente es apropiado para cualquier otra persona interesada en el conocimiento de la responsabilidad penal de las personas menores de edad o que trabaje con ellos como educador, trabajador social o terapeuta.
El presente curso es el segundo y último de los dos que conforman el Ciclo Cibercriminalidad en la Sociedad Digital. Ambos cursos tienen programas formativos completos, por lo que se pueden hacer de forma independiente. La irrupción y popularización de la informática han supuesto, sin duda, cambios radicales en muchos fenómenos delictivos. A día de hoy, en consecuencia, no puede comprenderse el Código penal sin entender que muchos de los delitos comprendidos en él pueden ser cometidos a través de medios informáticos, con las particularidades que ello supone tanto a nivel teórico como práctico, sobre todo cuando las víctimas son menores de edad -quienes manejan las tecnologías de información y comunicación con gran asiduidad y ven, con ello, aumentar el peligro para sus bienes jurídicos personales-.
Centraremos el curso en el perfil adolescente que ya presenta indicadores de abuso problemático y de riesgo en distintas conductas adictivas (conductuales y a sustancias) que, además en un elevado número de personas se está dando de forma comórbida. Hablaremos sobre el vínculo terapéutico, a la hora de realizar intervenciones destinadas a reducir estas conductas y debatiremos sobre los requisitos de acceso a tratamiento.
La defensa de los derechos humanos constituye un objetivo esencial en una situación de convivencia social en torno a valores tales como la libertad, la paz, la protección y el respeto a los derechos más básicos del ser humano. La necesidad de redoblar e intensificar la protección y la tutela de personas que por sus circunstancias necesitan ser protegidos resulta indiscutible, es el caso del colectivo hacia el que se enfoca este curso: el de las personas menores de edad.
No es solo cuestión de inquietud social sino la auténtica y evidente preocupación por intentar prevenir y evitar que niños, niñas o adolescentes sean o se mantengan en una condición de vulnerabilidad recordando que toda la legislación internacional, nacional y las actuaciones del propio sistema se han de centrar en el derecho que tienen a no ser objeto de ninguna forma de violencia. Lamentablemente, siendo bastantes esos focos de violencia, en este curso se pretenden abordar algunas de esas formas con el objetivo de que las generaciones del futuro, a través de nuestra propia responsabilidad, conformen una sociedad mejor y, en la medida de lo posible, dirigirnos hacia la erradicación de formas de violencia destructivas de la persona y de su entorno.
Un curso de estas características debe permitir afrontar una reflexión profunda sobre la situación de la infancia y las familias en nuestra sociedad, sus vulnerabilidades y las garantías para la atención de sus necesidades, el pleno desarrollo de su personalidad y su integración social. Debemos poder analizar la función protectora de los poderes públicos frente al desamparo, el maltrato infantil o frente a la violencia.
El consumo ilimitado de pornografía, plenamente accesible, que los menores experimentan condiciona e impacta de manera significativa en la forma en la que viven y construyen sus relaciones sexuales. Los contenidos pornográficos mayoritariamente consumidos presentan un concepto de “práctica” sexual basada, entre otras, en la deshumanización y cosificación de mujeres y niñas: agresiones sexuales, violencia sexual de todo tipo, ausencia de consentimiento, coacciones, etc., que desemboca en la puesta en práctica de una amplia diversidad de conductas sexuales altamente distorsionadas, violentas y delictivas, protagonizadas y sufridas, por menores.
La sociedad actual vive un fenómeno paradójico: existe una evidente hipersexualización de los menores de edad, pero, también, un progresivo aumento de los delitos que buscan castigar todo tipo de conductas relacionadas con el binomio sexo/menores. Esta aproximación tan conflictiva tiene que ver con una serie de mitos sobre los delincuentes sexuales, y con la sensibilidad contemporánea sobre estas cuestiones, de la que la llamada «Ley de sólo sí es sí» es buena muestra.
En este curso, se expondrán temas como: ¿qué sabemos de los delincuentes sexuales mediáticos y de los reales? ¿cómo ha afectado el mundo de internet y las redes sociales a las interacciones sexuales de los menores (y al mundo de la delincuencia sexual)? ¿qué sabemos de la pornografía de menores? ¿cómo se regula el consentimiento de los menores, tras la «Ley de sólo sí es sí»? ¿qué viejos y nuevos delitos tenemos en el Código Penal para atajar estos fenómenos y cómo se aplican?