A menudo, nos encontramos en los diferentes ámbitos de la gestión ambiental, la
educación ambiental y otros campos de intervención de las personas en el medio
natural con la existencia de posturas, opiniones y actitudes diferentes entre los actores
activos y en muchas ocasiones, contrapuestas hasta el punto de que dan lugar a un
conflicto.
Contar con herramientas con las que poder enfrentar estos escenarios, bien como
parte interesada o implicada, bien como parte neutral e incluso con un rol mediador
resulta imprescindible cuando en nuestro ámbito laboral o personal nos relacionamos
o podemos llegar a relacionarnos con este tipo de situaciones.
Aprender a identificar elementos potencialmente conflictivos, a tomar una postura
resolutiva y no conflictiva, ser capaz de mantener un proceso de conflicto y avanzar en
soluciones que reduzcan la intensidad e incluso eliminen los elementos de discusión
requieren de una formación especializada y activa.
Es necesario conocer casos prácticos y reales para poder analizar y profundizar en las
características de un conflicto socioambiental, conocer los limitantes a la hora de
actuar, los posibles errores cometidos y tomar una actitud creativa para abrir nuevos
enfoques de intervención. La teoría es una parte muy interesante para acercarse a los
conflictos socioambientales, pero conocer de primera mano las experiencias y
vivencias de personas que han formado parte de un conflicto o de la resolución del
mismo es lo que de verdad puede acercarnos a tener una mirada más amplia y al
mismo más rigurosa de lo que supone un conflicto entre personas relacionado con la
gestión y la forma de entender y relacionarse con el medio natural