Las redes sociales han revolucionado nuestra comunicación. Ofrecen, sin duda, claros beneficios. Sin embargo, su impacto negativo también existe y tiene que ver con un uso problemático de dichas tecnologías. La clave no está en demonizarlas, si no en usarlas con pensamiento crítico, conciencia de tiempo invertido y claridad sobre su impacto emocional. Para ello desmentiremos algunos mitos, de la mano de la psiquiatra y divulgadora Rosa Molina, y expondremos la realidad que nos indica la evidencia científica.